La hora de Galdós es el lema escogido por los expertos galdosianos que se han reunido los pasados días 1 y 2 de octubre en la Casa-Museo Pérez Galdós para preparar el XI Congreso Internacional de 2017, una fecha muy cercana a la de 2020 del centenario de la muerte de don Benito. Excepto Arantxa Aguirre que pertenece al mundo del cine, todos los reunidos son profesores universitarios e investigadores de campos diferentes que coinciden en la dedicación al gran Galdós, tan canario como universal. Convocados por la Casa-Museo del autor, han llegado desde Boston (Alan Smith), Amsterdam (Germán Gullón), Vigo (Dolores Troncoso) y Madrid (Pilar García Pinacho y Arantxa Aguirre) para compartir con Yolanda Arencibia (Cátedra Pérez Galdós) la responsabilidad científica de esta preparación. Han necesitado cuatro sesiones largas e intensas para plasmar en un informe final los acuerdos. Ha sido uno de ellos la fecha de la salida de la primera circular, que fue el pasado 1 de noviembre.
Entrevistamos a los preparadores del Congreso en un alto del trabajo de estos días. Han contestado a su aire.
PRIMERA- ¿Por qué La hora de Galdós como título del Congreso 2017?
AA– Este título parte de un sentimiento de desasosiego. Todos los estudiosos de Galdós somos conscientes de que el país tiene una deuda con él. Ya va siendo hora de saldarla porque ninguna sociedad puede permitirse desconocer a quien la ha retratado con semejante talento y penetración. Se trata casi de un ejercicio de salud pública y creo que nos corresponde a nosotros los galdosianos ser el epicentro de esta reivindicación y conseguir que se irradie al conjunto de la sociedad.
AS– El Congreso aportará conocimientos para una mejor inteligencia de la obra de Galdós en su «hora», su contexto literario e histórico, que es, también nuestra «hora», pues su obra es de absoluta relevancia para nuestra experiencia actual.
DT– Como en todo congreso, se trata de actualizar los estudios, en este caso, sobre Galdós y su obra, pero también de mostrar que aún hoy, Galdós, sus ideas y su creación literaria siguen teniendo vigencia.
GG– Galdós es, sin duda, uno de los grandes escritores en lengua española, sin embargo su proyección parece siempre haber estado matizada por los prejuicios de los modernistas, Miguel de Unamuno y Ramón del Valle-Inclán, entre otros, que consideraban sus obras demasiado realistas, y por ello menos artísticas que las suyas. Ocurre en el tiempo presente que la excelencia formal propia de los modernistas ha perdido parte de su vigencia, y que los lectores piden más contenido, una temática rica y que las obras sean entretenidas. Ahí el que consideremos que ha llegado la hora de Galdós.
PGP– Es La hora de Galdós porque ya es hora de que Galdós esté, y sin ninguna sombra ni duda, al lado de los más grandes autores españoles y universales. Sobre el autor canario pesan algunas cuestiones que han sido magnificadas al haberse extrapolado de su contexto: que si era “el garbancero”, sepultado muchas veces por razones probablemente ideológicas, etc. Y el caso es que es un autor español traducido a las lenguas más diversas, porque los temas que trata son tan humanos y universales como el desenvolvimiento en la sociedad, como el progreso, el deseo de mejorar, las encrucijadas a la que todo hombre ha de enfrentarse… Por eso es su hora. Pero su hora lo ha sido y debería haberlo sido desde hace ya 150 años, cuando salieron a la luz pública sus primeros escritos. Y, además, pienso que todos los que hemos tenido el privilegio de reunirnos estábamos de acuerdo en que su hora debería llegar ya y permanecer por siglos, como merecidamente lo es la de Cervantes o la de Shakespeare, la de Balzac o la de Tolstoi.
YA– Nos gustó aquel punto reivindicativo que la frase podría contener. Entendemos este Congreso como paso previo al Primer Centenario galdosiano tan cercano del que esperamos tanto. Galdós pagó un duro purgatorio en vida; ya es hora de dejarlo definitivamente atrás. .
SEGUNDA- Se acerca 2020, centenario de la muerte de Galdós. ¿Qué debería significar esta fecha?
AA– Deberíamos tomarla como una oportunidad maravillosa para releer a Galdós, escuchar lo que nos está contando a través del tiempo, interpelarlo, comentarlo, reflexionar sobre sus planteamientos y propuestas… Galdós seguirá siendo quien es al margen de efemérides –ahí queda su obra para demostrarlo- pero para nuestro país su aniversario supone una ocasión de enriquecimiento y desarrollo que no estamos en condiciones de descuidar.
AS– Es un acto de reconocimiento obligado a una de las voces más profundas y productivas no solo de la cultura española, sino dentro de la historia universal…
DT– Mostrar que cien años después de desaparecido el escritor, su obra sigue teniendo interés para cualquier lector.
GG– En cuanto al 2020, pensamos que será el momento de elevar la obra de Galdós al podio cultural, no sólo en versión verbal, sino intentar ver cómo su obra se ha proyectado en otros medios, como el cine y en el ámbito digital. Es decir, será el momento en que la obra de Galdós extienda sus alas por todo el entorno cultural.
PGP– Es una oportunidad única para reivindicar su obra, para volver a darlo a conocer a nuevas generaciones que ya ni siquiera lo han leído, para impregnar las mentes de imágenes, digamos, galdosianas, para referenciarlo cultural, social y literariamente. Podemos recuperar a los antiguos lectores de Galdós, a los que lo consideran lecturas de su juventud o de su formación, facilitar una visión más completa y novedosa del autor y de su obra, en definitiva, traerlo de nuevo a su actualidad intelectual. De ahí el título propuesto, y las importantes propuestas audiovisuales que se han hecho van a ser un baluarte de todo ello.
TERCERA- En Gran Canaria se ha pretendido siempre que los Congresos galdosianos sean abiertos y participativos ¿Se consigue? ¿No son los Congresos reuniones excesivamente “científicas”?
AS– Si entendemos por “ciencia” el conocimiento humano, son desde luego científicos: es decir, una reunión de perspectivas informadas sobre un maestro universal. El congreso siempre goza de un importante público no especializado, además de los ponentes, sencillamente porque la palabra galdosiana en su momento, y en el nuestro, nos habla a todos, con su profunda poesía y su invitación a la tolerancia y a la acción.
DT– Hay una parte de estos Congresos (películas, representaciones teatrales, coloquios…) plenamente abierta a todo tipo de público. También entre las ponencias y comunicaciones, existen muchas de interés general. Y, a mi juicio, nunca un congreso es “excesivamente científico”.
GG– El Congreso tendrá también su componente científico, como siempre, porque es importante que los profesores, críticos, amantes de Galdós sigan examinando sus obras desde diferentes perspectivas, biográficas, sociológicas, históricas, para expandir los conocimientos que tenemos de su obra.
PGP– La primera vez que asistí a un Congreso Internacional Galdosiano fue al V, en 1993. Era además mi primera asistencia a un evento científico de tal envergadura. Iba bastante expectante ante lo que me podría encontrar, más si partimos del hecho de que mi especialidad es el Periodismo, no la Literatura. Me encontré una variedad tan grande de temáticas: médicos, abogados, filólogos, historiadores… Tal cantidad de perfiles profesionales: profesores de Universidades de varios continentes, profesores de institutos de Secundaria, personas que sin tener una carrera académica… Tal cantidad de perspectivas: desde el autor de referencia que yo solo había leído, a mí misma que estaba en la tarea de realizar mi tesis doctoral… Jamás lo definiría como algo excesivamente científico, pero en general sí con rigor.
YA–Si pensamos que las comunicaciones presentadas nunca han bajado de ochenta y que existe un amplio público no congresual que asiste a todas las sesiones, se evidencia que son participativos. Aunque le confieso que siempre añoro más presencia canaria entre los investigadores. Y en cuanto a la segunda parte de su pregunta, le diré que un Congreso ha de ser científico, o habrá fracasado.
CUARTA- ¿Cuál es ahora mismo el estado del galdosismo internacional?
AS– Galdós es uno de los escritores españoles más estudiados en el mundo entero, como lo pone de manifiesto los muchos países representados en todos los congresos galdosianos.
GG– La fortuna de Galdós en el ámbito internacional crece y decrece de acuerdo con el interés que despiertan las humanidades. Nos encontramos en un momento en que éstas viven un momento incierto, por ello es imperativo que los galdosistas sigamos en la brecha, para mantener su obra y figura en un primer plano del interés cultural.
PGP– Digamos que su estado es de madurez, pero que queda mucho, muchísimo por hacer. sobre todo si lo comparamos con otros autores. Su obra es muy extensa, las perspectivas desde las que se puede abarcar su estudio son muchas, aparecen constantemente nuevas líneas de investigación y nuevas metodologías. Hay que seguir trabajando. Por otro lado, me preocupa la percepción que tengo de que se ha frenado el entusiasmo de los jóvenes investigadores, sobre todo de los españoles. Hay que reflexionar acerca de ello.
YA– Como ha dicho mi compañero Alan Smith, nuestro Congresos siguen recibiendo a investigadores de Europa, Asía y América, principalmente. Pero pese a los malos tiempos para la filología, hemos de ir a más, y no sólo en el galdosismo internacional, sino en el nacional y el insular.
QUINTA- ¿Está vigente la narrativa de Galdós? ¿Se conoce Galdós lo suficiente?
AA– En mi opinión, está absolutamente vigente. En primer lugar porque supo retratar la naturaleza humana con sus contradicciones, su esplendor y su miseria. Leerlo significa reconocernos y entendernos. No se le puede pedir más a un autor. Por otra parte, su ambicioso y deliberado propósito de relatarnos la historia de España lo convierte en un autor ineludible para quienes seguimos sufriendo las consecuencias de esa historia y aspiramos a aprender de nuestros errores. ¿Qué si se conoce a Galdós lo suficiente? Al margen de su estatus en el escalafón de autoridades, que depende de modas y otros factores externos, creo que Galdós es un autor bastante querido y leído por las personas más variopintas. Pero sin duda podría serlo mucho más si contara con el apoyo unánime y generoso de las elites, que por diversos motivos casi siempre se lo han regateado. En cualquier caso, es sabido que la historia de la literatura está formada por recuperaciones sucesivas de modelos de modo la fortuna de Galdós puede revertir en cualquier momento. Cuanto antes lo haga, eso saldremos ganando.
DT – Creo necesario afianzar el interés entre los investigadores más jóvenes. No son muchas las tesis doctorales que hoy se presentan, al menos en España, sobre Galdós y su obra
GG– La obra de Galdós sigue vigente en el sentido que una visión ética como la del narrador canario sigue siendo relevante para entender la sociedad española. Muchos de nuestros males, las injusticias sociales, la mala distribución de la riqueza, la necesidad de la educación, la corrupción política, todos ellos fueron tratados por el maestro narrador, y deben servir para que entendamos mejor la condición humana y sus condicionamientos.
PGP– ¿Sigue existiendo la injusticia social? ¿España está dividida? ¿Existe desigualdad social? ¿La mujer tiene acceso a los mismos puestos laborales que los hombres y con la misma remuneración? ¿Hay intolerancia? ¿Existe un nivel de educación que garantice a todos los hombres y mujeres la adquisición de capacidad analítica y crítica? ¿Todos tenemos las mismas oportunidades?, etc. Si todo esto sigue pasando, la narrativa de Galdós es vigente, y si se conociera a Galdós lo suficiente, quizás pensaríamos que ya es hora de que cambien las cosas, y las cambiaríamos.
YA– El universo creado por Galdós está vigente porque sus valores son los fundamentales, los esencialmente humanos; y porque los conflictos que novela son los que nos han conmovido ayer y nos conmueven hoy. Pero el que no hayan desaparecido del todo tópicos negativos sobre su escritura, indica que falta conocimiento sobre su obra; porque leerlo bien es vacuna milagrosa contra cualquier opinión sesgada.
SEXTA Y ÚLTIMA– Los Congresos Galdosianos en Gran Canaria cumplirán en la próxima convocatoria cuarenta y cuatro años. ¿Es eso un milagro?
AA- Sí, si aceptamos que los milagros tienen nombre y apellido. El tejido cultural de nuestra sociedad no permite dar nada por supuesto ni muchísimo menos. Logros como el que supone la continuidad de este congreso dan testimonio del esfuerzo y la perseverancia de determinadas personas que han sabido mantener viva la llama del entusiasmo por un autor que, como dijo Unamuno, “nos deleitó el ánimo, consolándonos de haber nacido y poblándonos la fantasía de personajes”.
AS– Este “milagro” se debe en gran parte a la energía y la visión de nuestros colegas canarios, que han sabido reconocer la importancia de la palabra resonante y siempre vigente de Benito Pérez Galdós.
DT– Es admirable, pero no “milagroso” sino producto del esfuerzo y la tenacidad de sus organizadores.
GG– Los cuarenta y cuatro congresos son un milagro, si entendemos por tal el esfuerzo sostenido de una serie de personas, sus organizadores, comenzando con Alfonso Armas Ayala, que han tenido la voluntad y la dedicación de sacarlos adelante. Cuantos nos dedicamos a la gustosa tarea de leer y estudiar a Galdós les debemos nuestro más todo esto sí es un milagro, pero, sobre todo, trabajo, esfuerzo, voluntad, respaldo y actitud.
PGP– Personalmente, pienso que no existen ni los milagros ni la suerte. Existe el esfuerzo muchas veces desinteresado de un numeroso grupo de personas, y siempre hay alguien que toma el relevo –y tienen nombre y apellidos–; el respaldo constante de instituciones –también con nombre y apellido–; la ilusión de los congresistas; el maravilloso ambiente de camaradería que se va heredando de una convocatoria a la siguiente; la acogida de la organización; el afecto, el respeto e, incluso, el cariño con el que siempre se nos ha recibido; el respeto a todo el que presenta su trabajo; los entornos en los que se desarrolla; las excursiones, las actividades no estrictamente científicas, compartir conocimientos, recibir los de los maestros mientras cenas o picoteas, después de una jornada agotadora, en las Canteras o en el primer hueco que encontramos, porque ya no había fuerzas para ir más lejos; los desayunos en el hotel, a las siete de la mañana y ya Galdós es el centro de nuestras vidas; el privilegio de poder encontrarte cada cuatro años con un número significativo de personas que trabajan en lo mismo que tú a lo largo y ancho del planeta. Después de todo, a lo mejor todo esto sí es un milagro, pero, sobre todo, trabajo, esfuerzo, voluntad, respaldo y actitud.
YA– Galdós tuvo mucha suerte con el Cabildo de Gran Canaria que creó, contra viento y marea, la Casa-Museo Pérez Galdós con el esfuerzo de nombres imborrables en nuestra memoria. Alfonso Armas plantó en ella el árbol científico de los Congresos en terreno muy fértil. A partir de él muchos han seguido regándolo con dedicación y esfuerzo. No existen los milagros.
Hasta aquí nuestra conversación con los expertos galdosianos, a quienes agradecemos su disponibilidad, deseamos mucha suerte y felicitados por la pasión que ponen en su especialísima tarea.
Comité Científico del XI Congreso Galdosiano. De izda. a der.: Alan Smith, Victoria Galván, Arantxa Aguirre, Pilar García Pinacho, Yolanda Arencibia, Dolores Troncoso y Germán Gullón